El ainsetano Paco Sierra ha optado por lo más sencillo, y en lugar de trabajar con materiales sofisticados de última generación, ha preferido hacerlo con un simple boli Bic. Y así, dibujando a bolígrafo, ha conseguido plasmar con rigor, minuciosidad y detallismo todo un universo de hermosas escenas cotidianas, que ahora se pueden contemplar en la Cafetería Garabato. No es ningún secreto que el dibujo está de nuevo en el candelero del arte contemporáneo. Las lujosas ediciones de new drawing que lanza Phaidon están entre lo más cool del momento. Pero, lejos de cualquier artificiosidad o esnobismo, Paco Sierra es un convencido de las bondades del dibujo, y él lo traslada a escenas sorprendentes, como "Curiosas de Huesca" (una chica y una perra mirando por la ventana), "Por huevos" (unos pies pisando huevos) o "Al cuadro" (unas abuelas jugando a `pasatiempos infantiles), pero también a la pura cotidianidad reflejada en unos niños jugando a las cartas ("Arrastro"), en la vejez más digna ("Mi abuela preferida"), en las estampas de antaño ("Zagalas y rebaño", con un detalle negro sobre el panorama de azules que domina la exposición), en algo que podría ser el retrato de la crisis ("Sueños en la calle"), en una vista idílica de Alquézar o en el erotismo del cuerpo femenino ("Posición tomada"). Pero quizá donde destaca de forma especial su rigor a la hora de dibujar sea en "Solo hojas" (hojas de otoño), "Cabeza lanar" (impresionante cabeza de un cordero) o "Pies y manos", que nos descubren el trabajo paciente y brillante de un gran artista.
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